Emma Watson (Hermione):
A pesar de que ya ha escuchado todas las variantes de preguntas existentes,
preserva su frescura, encuentra la forma de ser inteligente, no pretende
impresionar, aunque lo hace con su espontaneidad. Al final del día corre
carreras con una de las encargadas de cuidarla; al fin y al cabo, todavía es
una nena.
Sobre el futuro:
“Mucha gente dice que cuando sos un
chico actor con éxito, a los cincuenta años terminás atendiendo en
McDonald’s. A mí no sólo me gusta actuar, tengo otros intereses y quiero
hacer todo. No tengo miedo. Si me ofrecen participar en otros films, bien, y
si no, también.”
Sobre “El señor de los anillos”
y embrujos varios:
“Probablemente leí dos capítulos de
«El señor de los anillos», y no porque me aburriese, sino porque no logro
terminar los libros, nunca. Pero los dos capítulos que sí leí eran muy, muy
buenos, así que definitivamente voy a ir a ver la película para ver cómo
sigue la historia. En cuanto a los embrujos, voy a pasar, porque en este
momento no se me ocurren.”
Sobre la prensa y sus preguntas:
“Las preguntas siempre son las mismas,
¡pero eso es lo bueno! Así, uno puede usar exactamente las mismas
respuestas. No se necesita pensar, simplemente pararse y soltar el rollo como
un disco rayado.”
Actriz preferida:
Julia
Roberts.
Daniel
Radcliffe (Harry): De voz suave y algo tímido, ya no es el mismo chico
que ganó el papel de Harry entre miles de aspirantes. Su voz ya no es la de
Harry, sino la de un adolescente en proceso de encontrar el tono propio, e
incluso su vestimenta viró más hacia un elegante sport.
Sobre el trabajo en el set:
“El primer día en el estudio estaba
muy nervioso porque estaba acostumbrado a que durante los ensayos sólo
hubiese ocho personas. Pero cuando llegué al set había 150.”
Sobre cómo interpretar a Harry
Potter:
“Generalmente, para lograr expresar la
emoción correcta, trato de pensar en una canción o un libro. Así la emoción
sale al mismo tiempo que mis expresiones.”
Sobre otros gustos:
“Me encanta la liga mundial de lucha
libre. Mi luchador preferido es La Roca. También soy un fanático de Los
Simpsons y me gusta escuchar a U2 y a Stereophonics. Mi equipo favorito de fútbol
es el Fulham.”
Sobre sus actores favoritos:
Ed
Harris, Jude Law, Philip Seymour Hoffman, Paul Bettany y Robert De Niro.
Rupert
Grint (Ron): El menos verborrágico de los tres, el pelirrojo Rupert, no
hace esfuerzo alguno por ocultar que el tema de las entrevistas hace bastante
que lo aburrió. Sin embargo, es naturalmente gracioso, captura a la audiencia
y juega con los silencios de manera que acentúen sus respuestas, volviéndolas
espontáneamente graciosas.
Sobre lo mejor de trabajar en la película:
-Mmm… los dulces.
Sobre el embrujo preferido:
-Convertir las cosas en dulces.
Actor favorito:
Adivinen: Jim Carrey.
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-Señor Coltrane, ya se anunció que
habrá seis películas Potter más. Interpretar a Hagrid será, entonces, como
tener un trabajo fijo...
-Sí, es casi como tener un trabajo de
verdad. Pero me metí en este negocio justamente para evitar los trabajos
"de verdad". Y es también eso lo que me lleva a elegir siempre
papeles tan disímiles entre sí como el de una monja, un travesti y un
gigante cuidaniños. He interpretado casi todo, menos a una persona rubia de
tamaño pequeño, por razones creo que obvias.
-Si bien ya había participado en
superproducciones, "Harry Potter y la piedra filosofal” fue una película
realmente muy cara. ¿Eso significó un elemento de presión extra?
–Mirá, es como manejar un auto. Si
todo el tiempo pensás qué pasaría si chocaras, jamás saldrías del garaje.
El secreto está en la concentración. Si cuando llegás a un set del tamaño
de la catedral de Westminster, con 150 personas que nunca habías visto, tenés
cámaras enfrente y pensás que lo que hagas en los siguientes cinco minutos
va a quedar grabado para siempre, te congelás y no hacés ninguna película.
Hay que olvidarse de eso. Hay gente que no puede y por eso no logra hacer la
transición del teatro al cine.
–¿Siente una responsabilidad
especial al interpretar a un personaje tan conocido y particularmente querido
por los chicos?
–Para nada. No me importa en absoluto.
Yo simplemente me presento, hago mi trabajo lo mejor que puedo, cobro y me voy
a casa. Si quieren ver a un modelo, que miren a sus padres. No soy modelo de
nada ni de nadie, y me reservo el derecho de ir a cuanto club nocturno se me
ocurra y cuando se me ocurra. No me quiero convertir en un icono de la moral
para algún partido religioso de derecha. Sólo soy un actor. Es todo una
simulación: ése es el secreto.
–Durante la conferencia de prensa
se notó que tiene una relación excelente con los integrantes más jóvenes
del elenco. ¿Qué diferencias hay entre trabajar con chicos y con actores
profesionales?
–Principalmente, el ritmo de trabajo
es más lento. No pueden trabajar tantas horas de corrido, y a veces se
desconcentran. Pero Chris (Columbus) dedicó todo su tiempo de director con
los chicos, hablando con ellos, ensayando. Con los adultos se habló de los
personajes al principio y después tuvimos que defendernos solitos.
–¿Había hablado con J. K. Rowling
sobre elementos específicos de su personaje?
–Sí, durante tres horas y media. Yo
tenía muchas preguntas, pero más o menos coincidimos en cuál era el tema
del libro: la amistad, la fidelidad, y decir lo que uno piensa aunque tus
opiniones te cuesten la popularidad.
–Algo bastante tradicional en los
libros para chicos…
–Bueno, son cosas tradicionalmente
humanas. No hay tantas ideas en el mundo. Se dice que sólo hay seis juguetes,
seis chistes y seis trucos de magia. El secreto está en cómo reacomodarlos
de la manera correcta.
–¿Qué opina del negocio en torno
de los libros y la película, con el merchandising de Harry?
–Mi respuesta es, básicamente, que
nadie te fuerza a comprar nada. Cada uno decide si consumirá un producto o
no. Los padres deberían decir que no más a menudo. Estoy seguro de que a
Warner le va a encantar esto que digo.
–De todas formas, es la primera vez
que la gente lo va a poder comprar a usted en un negocio…
–Oh, espero que las mujeres no se
abusen... (Se ríe.) En realidad, no soy yo realmente, no se parece a mí. Y
la razón por la que el muñeco de Hagrid no se parece a mí es porque si lo
hubiese sido me tendrían que haber pagado. Y deberían saber que ninguno de
los actores de la película recibe ni medio peso de la venta del
merchandising. Si se fijan, notarán que los muñecos no tienen nuestras
caras.
–¿Fue una decisión de los
actores?
–No. Los podrían haber hecho
exactamente como nosotros, porque nos escanearon de los pies a la cabeza para
hacer los efectos especiales. Y no lo hicieron para no tener que pagarnos. No
porque nosotros no quisiéramos. Nosotros no tuvimos la posibilidad de elegir.
Así que no pudimos decir que no.
–¿Le preguntó a Rowling si imaginó
al personaje de Hagrid con usted en mente?
–No, y tampoco lo haría, no soy tan
narcisista. En realidad, cualquier otro podría haber hecho el papel, pero el
truco está en hacer sentir al espectador que el papel fue escrito
especialmente para uno.
–¿Cuál es la trampa para hacerlo
parecer un gigante?
–Ah, no revelaría ese secreto ni
aunque me torturaran.
–Al menos puede contar cuáles
fueron las pautas técnico-actorales que empleó para componerlo…
–Decidimos que se movería despacio,
porque por su tamaño si se chocase con algo lo rompería. Imagínense
chocarse con un chico. Así que lo hicimos bastante delicado. Además, por
toda la barba y el saco, la ropa, no podía verme los pies y cuando tenía que
subir la escalera me tenían que gritar: “Próximo escalón, Rob, ahí se
viene, cuidado que va a pasar Rob”.
–El traje debe de haber sido
bastante incómodo.
–Era muy caluroso y pesaba como 35 o
45 kilos.
–¿Cómo se actúa frente a efectos
especiales?
–En realidad, yo no tuve tantas
escenas con efectos especiales. Hubo días enteros que pasamos haciendo tomas
de reacciones que no se usaron. De hecho, los efectos especiales se terminaron
sólo dos semanas antes del corte final. No se pueden dar una idea del trabajo
que llevó hacerlos. No es sólo tipear en la computadora “dragón” y que
la máquina se encargue del resto.
–Ya empezaron a trabajar en
“Harry Potter y la cámara de los secretos”. Ahora todo debe de ser
diferente en el set...
–Sí, creo que todos estamos más
relajados. Además, se trató de mantener el mismo equipo, fue como una reunión
familiar. El primer día hubo mucho champagne y todos nos palmeamos la
espalda, pero enseguida alguien gritó: “¡A trabajar!”
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